Fiesta del Bautismo del Señor
Lucas 3,15-16.21-22.
“Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta
toda mi predilección”
Queridas familias, un saludo lleno de vida para ustedes, deseando que la
paz de Dios habite en sus hogares diariamente.
Este domingo la Iglesia celebra la Fiesta del Bautismo del Señor, con la
que retornamos al tiempo ordinario. De la vida sencilla, silenciosa y cotidiana
de Nazaret damos un salto en el tiempo para encontrarnos con Jesús ya adulto
sumergido en las aguas del río Jordán. Pasamos de la vida oculta a la vida
pública; del calor del hogar de María y José a la opción radical de Jesús por
el Reino, en medio del pueblo.
Dice el Evangelio que el pueblo estaba a la expectativa. El hambre, el
robo de las tierras por parte de los terratenientes, los impuestos, el sistema
religioso corrompido por las autoridades, la angustia ante el ejército romano,
el horror de la exclusión, el silencio de los profetas… habían despojado el
alma de Israel. Pero Juan Bautista encendió la llama de la esperanza en sus
corazones y el pueblo, con ojos abiertos, anhelaba ansioso la llegada de su
Mesías Libertador. Multitud de personas acudían a recibir este bautismo de agua
para preparar su advenimiento.
En medio de este pueblo esperanzado está también Jesús, quien lee los
signos de la historia y va descubriendo “su hora”. Jesús se hace solidario con
este pueblo fiel y da el paso radical en las aguas bautismales para anunciar la
buena noticia de la cercanía de Dios. Jesús se sumerge en Dios, en su Espíritu
y se manifiesta ante el pueblo como el Hijo amado. La filiación de Jesús, su “ser”
y “sentirse” Hijo de Dios le impulsará a sanar y liberar las vidas atribuladas
por tanta aflicción.
¿Qué pasa en nuestras familias que nuestros hijos e hijas no hacen
opciones radicales como las de Jesús? ¿Qué tipo de educación y de fe les transmitimos?
Jesús pasó de Nazaret al Jordán, para servir al pueblo. Nuestra Iglesia
necesita héroes para seguir anunciando el Reino y ofrecer la esperanza divina;
necesita de familias que hagan opciones radicales saliendo de la comodidad para
convertirse en profetas de la vida. Urgen familias que anuncien a otras
familias que Dios es la respuesta a la incertidumbre de nuestros días.
Este es el tiempo oportuno.
Cordialmente, su asesor, P. Freddy Ramírez Bolaños,
cmf.

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