Fiesta del Bautismo del Señor.
San Mateo 3,13-17: “Ahora déjame hacer esto, porque
conviene que así cumplamos todo lo que es justo”.
Apreciadas
familias, llegue a ustedes mi saludo cordial, deseando que en este domingo puedan
celebrar con alegría el amor y la fe que les une.
La liturgia celebra
este día el Bautismo del Señor. Con esta fiesta se concluyen oficialmente los
días de navidad, presentándonos ya a Jesús adulto en el inicio de su vida
pública. El episodio que nos narra Mateo recoge un breve diálogo entre Jesús y
Juan el Bautista en las orillas del río Jordán.
Juan inició un movimiento
que llamaba a la conversión a todo el pueblo de Israel. Predica no en la ciudad
santa de Jerusalén o en su templo sino en los márgenes del país, en un río que
tiene resonancias significativas en la vida del pueblo, pues como narra el
libro de Josué, fue por allí donde pasó con el Arca de la Alianza para entrar
definitivamente a la tierra prometida. Tal y como sucedió en el Mar Rojo, las
aguas se dividieron en dos para dar paso a los hebreos. De ahí que el Jordán sea
símbolo de promesa, fuerza de Dios y libertad.
Las multitudes
acuden al llamado impetuoso del Bautista que anuncia un tiempo nuevo para el país.
Juan quiere revertir el orden injusto imperante y preparar así la llegada del
Mesías. Sus palabras son fuertes y conmueven a gentes de todas las clases
sociales. Su sorpresa será encontrar en las filas de los pecadores a Jesús. El
evangelista afirma que Juan se resistía a bautizarlo: “Soy yo el que tiene
necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!”. Jesús,
sin embargo, no duda solidarizarse con la causa del pueblo pobre que busca
renovación y libertad. Sus primeras palabras demuestran cómo Él desea “cumplir
con todo lo que es justo”, es decir, hacer la voluntad del Padre en esa hora
definitiva para la humanidad. Por ello, la misión de Jesús es refrendada por la
manifestación del Espíritu y del Padre. Jesús es el Hijo muy amado, en quien el
Padre tiene puesta toda su predilección. Él es el portador de la Nueva Alianza
que llevará al pueblo a la verdadera tierra prometida.
Qué bueno es que
busquemos como Jesús el cumplir con todo lo que es justo, es decir, cumplir
siempre con la voluntad amorosa del Padre. Que no nos dejemos llevar únicamente
por nuestros impulsos y tendencias egoístas. Que pensemos en los sufrimientos y
en las necesidades de nuestro prójimo. Que abramos caminos nuevos para la
libertad y la salvación a tantas familias que no hallan respuestas. Cambiemos nuestro
corazón y unámonos a Jesús en su marcha por la vida. Contagiemos de su alegría a
los que hoy ya no tienen esperanza de vivir. Este es el tiempo oportuno.
Cordialmente, su asesor, P. Freddy Ramírez Bolaños, cmf.

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