domingo, 19 de agosto de 2012

EL PAN DE NUESTRA FAMILIA


Domingo 19 de Agosto de 2012
20º Domingo Ordinario
San Juan 6, 51-58.
“Mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida”

Hermanos y hermanas, el Señor esté siempre en sus hogares alentando la vida y el amor en su diario caminar. Que este domingo la luz de la Palabra brille en todo su esplendor.

En el evangelio de este día, Jesús continúa su enseñanza sobre el pan y se presenta a sí mismo como alimento que da la vida: alimento para nuestro peregrinar cristiano y alimento que nos asegura la vida definitiva en la resurrección. Es alimento que nos hace entrar en comunión con el Señor, haciéndonos uno con Él.

Como familia que ha hecho alianza con Dios, debemos participar dominicalmente en la Eucaristía. La mesa del banquete se ofrece gratuitamente para nosotros. Él nos espera como el servidor y nos ha preparado nuestro lugar. Debemos tomar conciencia de lo que Él nos ofrece y dedicar el tiempo necesario para vivir la misa como un momento especial de encuentro con el Señor. Juan Pablo II enseñaba que “el tiempo ofrecido a Cristo nunca es un tiempo perdido, sino más bien ganado para la humanización profunda de nuestras relaciones y de nuestra vida” (Dies Domini 7).

Cuando no encontremos respuestas en nuestra vida, cuando el amor haya perdido su fuerza, cuando los problemas nos abrumen, cuando la tentación se nos eche encima, cuando hayamos perdido la esperanza… la Eucaristía será nuestro mejor alimento. Nada mejor podrá sustituir lo que Dios nos regala. Como MFC debemos procurar siempre participar con fe viva en la liturgia de la Iglesia. Como hijos e hijas que nos sentamos a la mesa recibamos con humildad el alimento bueno que se nos ofrece.

A nuestras familias se les suele llamar Iglesias Domésticas, “esto significa que en cada familia cristiana deberían reflejarse los diversos aspectos de la Iglesia entera (EN 71), lo cual supone la vivencia familiar de la fe, la esperanza y el amor, que se han de expresar, entre otras formas, en la liturgia familiar, en la comunión y participación y en la reconciliación” (SuSuSu 44).

Permitamos al Señor que actúe en nuestras vidas. Este es el tiempo oportuno.

Cordialmente, su asesor, P. Freddy Ramírez Bolaños, cmf.

No hay comentarios:

Publicar un comentario